top of page

Cuando el Primer Amor Se Apaga: cómo recuperar el fervor por Jesús

  • Foto del escritor: Fernando Arias
    Fernando Arias
  • 12 abr
  • 4 Min. de lectura


¿Qué es el primer amor?


Cuando hablamos del primer amor en la vida cristiana, no nos referimos a un simple sentimiento, sino a esa experiencia que ocurre cuando por primera vez nos encontramos con la gracia de Dios. Es ese momento en que comprendemos, con todo nuestro ser, que hemos sido perdonados, amados y adoptados como hijos. El primer amor es la pasión desbordante que siente un corazón agradecido, la devoción que se despierta al contemplar la cruz y la alegría de saber que uno es salvo.


Ese primer amor conlleva un deseo de agradarle, de buscarle, de hablar con Él y de Él. En otras palabras, vivir para Cristo. Jesús mismo usó esa expresión cuando escribió a la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2, advirtiéndoles que, a pesar de sus buenas obras, habían dejado ese amor inicial. Es un recordatorio de que en la vida espiritual no basta con servir, también debemos amar, y amar como lo hicimos al principio.


¿Por qué olvidamos nuestro primer amor?


Aquí te dejo tres razones comunes.


Primera razón: porque olvidamos su sacrificio.

Hay una tendencia a familiarizarnos tanto con la cruz que, sin darnos cuenta, dejamos de asombrarnos por ella. Lo que antes nos provocaba lágrimas, hoy apenas nos conmueve. Pero la cruz sigue siendo el centro de nuestra fe. Romanos 5:8 lo dice con claridad: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Yo suelo decir lo siguiente: nos acostumbramos tanto al reloj que olvidamos que lo llevamos puesto.


Recordar ese sacrificio nos devuelve la gratitud. Nos coloca de nuevo en el lugar más alto de la adoración genuina: a sus pies.


Segunda razón: por la falta de perdón.

Nada enfría más el amor que el resentimiento. El corazón que no perdona se endurece, se distancia de la gracia, y pierde sensibilidad para con Dios y con los demás. Colosenses 3:13-14 nos llama a vivir libres: Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.


El perdón no solo restaura relaciones humanas, sino que preserva nuestro amor por Dios, porque libera nuestro corazón del peso que apaga su fuego.


¿Cómo recuperar el primer amor?


Paso 1: Arrepentirse.

El primer paso para regresar es admitir que nos hemos alejado. Que el fuego ya no arde como antes. Pero la Biblia es clara: hay esperanza para el corazón que se humilla. Isaías 55:7 nos lo recuerda así: Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Dios nunca rechaza al que vuelve.


Paso 2: Conocerlo más.

El amor crece cuando se alimenta del conocimiento de Aquel a quien amamos. Jesús lo dijo en Juan 17:3: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.


Cada capítulo o verso que leas, cada oración sincera que eleves, y cada momento que tengas solas con Él, es leña en la llama de nuestro primer amor.


Paso 3: Pasar tiempo con Él.

No existe amor que sobreviva sin tiempo de calidad. Jesús lo sabía, por eso antes de enviar a sus discípulos, los llamó para que estuviesen con Él. Marcos 3:14-15 lo declara: Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios.


A los que aman, se les nota. Y se les nota porque están cerca, porque buscan su rostro, porque anhelan su presencia. ¿Te has dado cuenta de que hay personas que, al parecer, ven "cara a cara" a Dios, y su rostro refleja una luz y un resplandor únicos?


Volver al primer amor

Quizá hoy, mientras lees estas líneas, sientes que tu corazón ya no es el mismo. Que no arde como antes. No te condenes. Dios no está interesado en señalar tu caída, sino en restaurar tu caminar. La invitación sigue abierta: vuelve a tu primer amor.


Apocalipsis 2:4-5 nos deja esa advertencia y esperanza: Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras.


Dios no ha cambiado. Su amor por ti sigue intacto. Y aún hoy, puedes volver a encender ese fuego.


Haz esta oración, te aseguro que si la haces humildemente, todo será diferente.

Señor amado, reconozco que muchas veces mi corazón se ha enfriado. He permitido que las ocupaciones, las heridas y los afanes me aparten de tu amor. Hoy quiero volver. Hoy decido recordar tu sacrificio, soltar todo resentimiento y buscarte con la pasión del primer día. Perdóname, Señor, y devuélveme el gozo de tu salvación. Que mi vida vuelva a arder de amor por ti. En el nombre de Jesús, amén. Acá te dejo una de mis canciones favoritas cuya letra refleja el propósito por el cual escribí este artículo: https://youtu.be/35Y5njYpIaY?si=SV4-5g0eRj3YpHZi


 
 
 

Comments


bottom of page