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La dualidad de la oración en redes sociales: ¿Para Dios o para los hombres?

  • Foto del escritor: Fernando Arias
    Fernando Arias
  • 7 mar 2024
  • 3 Min. de lectura


A menudo, como pastores, nos enfrentamos a preguntas que cuestionan la autenticidad de nuestra fe en un mundo cada vez más digital. Una de esas interrogantes recurrentes es si es correcto escribir plegarias u oraciones en redes sociales, o si esto está destinado a ser visto por los hombres en lugar de Dios. Es una pregunta válida que merece ser explorada desde una perspectiva bíblica y práctica.


Es importante reconocer que, aunque entendemos la intención detrás de esta pregunta, el acto de compartir una oración en las redes sociales nunca debe compararse con el poder y la intimidad de una devoción privada o a solas con Dios y el Espíritu Santo. Las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para testificar nuestra fe y conectar espiritualmente con otros, pero no deben sustituir la comunión personal con Dios.


La Biblia nos instruye claramente sobre la importancia de la oración en privado. En Mateo 6:6, Jesús nos enseña: "Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Este versículo enfatiza la necesidad de buscar a Dios en la intimidad, apartados del ruido y las distracciones del mundo.


Otra pregunta en este tema es la siguiente: ¿responde Dios a las oraciones que hacemos en público, en este caso, las redes?


Cuando se trata de si Dios responde a las oraciones que escribimos en la web, hay mucho que considerar. Personalmente, considero que todo hijo de Dios debe tener más conexiones espirituales íntimas que virtuales. Por supuesto, creo que es valioso usar nuestras publicaciones para evangelizar y tal vez inspirar a otros a orar. Pero debemos procurar la autenticidad detrás de nuestras acciones. ¿De dónde provienen nuestras intenciones? ¿De ganar seguidores para nosotros o para Cristo? ¿Recibir reacciones de parte de nuestros seguidores y lectores o animarlos a buscar a Dios en oración recordándoles que hasta en las redes sociales pueden encontrar valiosos recordatorios de que Dios los ama?


Entonces, sí, compartir oraciones en las redes sociales puede ser una forma de edificar y animar a otros, pero nunca debe reemplazar la conexión espiritual entre el Padre y nosotros, sus hijos. Es genial manifestar nuestra fe en plataformas virtuales, pero recordemos que nuestra relación con Dios debe ser auténtica, desde lo más profundo de nuestro corazón. Se vale que nuestras interacciones en línea inspiren y fortalezcan, pero nunca debemos permitir que nos engañen creyendo que nuestra relación con Dios es simplemente virtual.


Por otro lado, en defensa a quienes entienden lo anterior, recordemos que fuimos llamados a ser testigos de nuestra fe y proclamarla públicamente. Jesús mismo nos comisiona en Marcos 16:15, diciendo: "Y les dijo: 'Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a toda criatura'". Este mandato nos desafía a compartir el evangelio y las enseñanzas de Jesús en todas las esferas de nuestra vida, incluidas en el mundo de hoy, las redes sociales para quienes las usamos como plataformas de interacción y comunicación.


Por lo tanto, compartir una oración en redes sociales puede ser una forma de cumplir con esta comisión, al tiempo que recordamos que nuestra relación personal con Dios siempre será primordial. Al hacerlo, podremos alcanzar a aquellos que necesitan palabras de esperanza y aliento, inspirando y fortaleciendo su fe.


Escribir plegarias u oraciones en redes sociales puede ser una herramienta poderosa para testificar nuestra fe y conectar espiritualmente con otros. Sin embargo, nunca debe reemplazar la importancia de la oración en privado y la comunión personal con Dios. Al seguir este equilibrio, podemos cumplir con el mandato bíblico de proclamar el evangelio mientras mantenemos una relación íntima con nuestro Padre.

 
 
 

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