Cuando “exito” no es lo que pensabas
- Fernando Arias
- 2 jun 2024
- 3 Min. de lectura

En nuestra sociedad actual, la idea de éxito es frecuentemente asociada con logros materiales, reconocimiento social y satisfacción personal.
Tanto dentro como fuera de la iglesia, estas nociones se promueven y se buscan con fervor. Sin embargo, ¿qué dice la Biblia sobre el verdadero éxito?
Una lectura profunda de Hebreos 11, conocido como el capítulo de los "héroes de la fe", nos ofrece una perspectiva muy diferente y profundamente enriquecedora.
Los Héroes de la Fe en Hebreos 11
Hebreos 11 nos presenta una lista inspiradora de personas del Antiguo Testamento que demostraron una fe excepcional. Personajes como Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Isaac, Jacob, José, y Moisés son destacados por sus actos de fe. Pero, ¿qué hace que estos individuos sean considerados exitosos a los ojos de Dios?
1. Fe en Dios: Cada uno de estos personajes logró lo que hizo "por fe". Su éxito no se basó en logros personales o reconocimiento humano, sino en una profunda confianza y obediencia a Dios.
2. Obediencia y Sacrificio: Estos héroes a menudo enfrentaron grandes desafíos y sacrificios. Noé construyó un arca cuando parecía absurdo, Abraham dejó su hogar sin conocer su destino, y Moisés renunció a los placeres temporales para sufrir con el pueblo de Dios. Su obediencia, a pesar de las circunstancias adversas, definió su éxito.
3. Promesas Futuras: Muchos de estos héroes nunca vieron las promesas de Dios cumplidas en su vida terrenal. Sin embargo, Hebreos 11:13 nos dice que murieron en fe, viendo y saludando las promesas desde lejos. Su esperanza en las promesas futuras de Dios fue una clave de su éxito.
4. Contra la Corriente: Sus acciones a menudo desafiaron la lógica y las expectativas de su tiempo. Actuaron según la dirección de Dios, no conforme a las normas sociales o expectativas humanas.

Éxito en la Sociedad Contemporánea
En contraste, la noción de éxito en nuestra sociedad moderna y en algunos círculos de la iglesia incluye:
1. Logros Materiales: El éxito a menudo se mide por la acumulación de riqueza, posesiones, y estatus social.
2. Reconocimiento y Fama: La notoriedad, el número de seguidores, y la influencia social son frecuentemente valorados.
3. Plenitud Personal: Hay un fuerte énfasis en la auto-realización, la felicidad personal, y la satisfacción de deseos individuales.
La vida y los logros de los héroes de la fe en Hebreos 11 no necesariamente encajan en este marco moderno de éxito. Aquí hay algunos puntos para reflexionar:
- Valor Eterno vs Temporal: El éxito bíblico se centra en valores eternos y espirituales, mientras que el éxito moderno se enfoca más en logros temporales y materiales.
- Sufrimiento y Perseverancia: Los héroes de la fe a menudo enfrentaron sufrimiento y dificultades. Su éxito se reflejó en su perseverancia y fidelidad a Dios, no en la ausencia de problemas.
- Foco en Dios vs Yo: Los héroes de la fe actuaron con un enfoque en los propósitos de Dios, mientras que el éxito moderno a menudo se centra en el yo y en el cumplimiento de los deseos personales.

La invitación de Hebreos 11 es reconsiderar nuestras definiciones de éxito, alineándolas más estrechamente con las enseñanzas bíblicas. El verdadero éxito, desde la perspectiva de este capítulo, está más relacionado con vivir una vida de fe, obediencia y perseverancia en las promesas de Dios, que con logros materiales o reconocimiento social. Esta visión nos desafía a buscar una vida que agrada a Dios y que tiene un impacto eterno, más allá de las medidas temporales de éxito que predominan en el mundo actual.
Querido lector de este humilde blog, quiero recordarte que el éxito en la vida y en tu caminar con el Señor no siempre se mide según nuestros parámetros humanos. A veces, nos sentimos desanimados porque creemos que no hemos logrado lo que esperábamos, o que no hemos cumplido con nuestro llamado en la Tierra.
Sin embargo, la percepción de Dios sobre el éxito es diferente a la nuestra. Lo que a nosotros nos puede parecer un fracaso, puede ser visto por Dios como un acto de obediencia y perseverancia que le agrada profundamente. No te desanimes por no ver los frutos inmediatos de tu esfuerzo; confía en que Dios ve tu corazón y tu dedicación. Él sabe que cada paso de fe que has dado y cada acto de amor que has ofrecido cuenta, y su aprobación no siempre se refleja en resultados tangibles que podemos humanamente medir. Sigue adelante, mantén tu fe y recuerda que en los ojos de Dios, tu obediencia y perseverancia son un verdadero éxito.



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