Cómo sobrellevar el rechazo
- Fernando Arias
- 25 may. 2023
- 2 Min. de lectura

El rechazo es una experiencia dolorosa que puede afectar profundamente nuestra autoestima y bienestar emocional. Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado el rechazo en diferentes formas: ser excluidos, no ser aceptados o sentirnos desvalorizados. Sin embargo, la Palabra de Dios nos ofrece consuelo y fortaleza para sobrellevar estos momentos difíciles.
En primer lugar, es importante recordar que somos amados y aceptados por Dios. Si tan sólo comprendiéramos esta verdad, el rechazo jamás ocuparía un espacio predominante en nuestro corazón. En Isaías 43:4, el Señor nos dice: "Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida". Dios nos valora y nos ama incondicionalmente. Aunque el rechazo de los demás pueda herirnos, tenemos la seguridad de que somos valiosos y preciosos a los ojos de nuestro Padre en el Cielo.
Además, la Biblia nos anima a depositar nuestra confianza en Dios y a buscar su consuelo en tiempos de rechazo. En Salmos 34:17-18 leemos: "Clamaron los justos, y Jehová oyó, y los libró de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu". Podemos acudir a Dios en medio de nuestro dolor y confiar en que Él nos escucha y nos brinda consuelo.
Además, debemos recordar que el rechazo no define nuestra identidad ni nuestro valor. En Efesios 1:4-5, se nos dice: "Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo". Nuestra identidad está en Cristo y en el amor que Dios tiene hacia nosotros. No importa cuántas veces hayamos sido rechazados, somos amados y aceptados por nuestro Padre.
Finalmente - y esto es muy importante - la Palabra de Dios nos enseña a perdonar y amar a nuestros enemigos. En Mateo 5:44, Jesús nos dice: "Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen". Al enfrentar el rechazo, podemos responder con amor y perdón, siguiendo el ejemplo de Jesús.
En conclusión, cuando enfrentamos el rechazo, podemos encontrar consuelo y fortaleza en la Palabra de Dios. Recuerda que eres amado y aceptado por Él, busca su consuelo en tiempos de dolor y confía en que tu identidad está en Cristo. Ama y perdona a quienes te rechazan, y permite que el amor de Dios sane tu corazón herido. Como dice Romanos 8:37, "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó".



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