El Luto por la Ausencia: sanando el corazón
- Fernando Arias
- 31 may 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 29 abr

El luto es un proceso que normalmente asociamos con la pérdida de un ser querido a través de la muerte. Sin embargo, también existe un tipo de luto que experimentamos cuando dejamos de tener contacto con personas con las que compartimos una historia y un vínculo significativo. El luto por la ausencia puede referirse no solo a la muerte de un ser querido, sino también a otras formas de pérdida significativa: una separación, abandono, distancia emocional o incluso la partida de alguien que sigue con vida pero cuya presencia ya no está con nosotros como antes.
Ya sea la ausencia de un familiar, un amigo cercano o alguien con quien solíamos tener una relación estrecha, el dolor de perder ese vínculo puede ser profundo y desgarrador. Pero, como cristianos, tenemos el consuelo y la esperanza de que Dios puede sanar nuestras heridas y ayudarnos a sobrellevar el luto por la ausencia.
En momentos de dolor emocional, es importante recordar que no estamos solos. Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza en tiempos de angustia. Como dice el Salmo 34:18-19 TLA, léelo despacio: "Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza. Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos. Dios cuida de ellos y no sufrirán daño alguno." Él nos rodea con su amor y compasión, y está dispuesto a sanar nuestras heridas emocionales y fortalecer nuestro espíritu.
A continuación, te comparto algunos consejos y pasos prácticos para ayudar a sanar el interior y sobrellevar el luto por la ausencia:
Permítete sentir: No reprimas tus emociones. Permítete sentir la tristeza, la nostalgia y el dolor. Se vale llorar. Es parte del proceso de sanación. Recordemos la reacción de Nehemías cuando recibió las malas noticias: "Cuando oí esto, me senté a llorar, y durante varios días estuve muy triste y no comí nada..." Nehemías 1:4a TLA. Llorar es la reacción natural a un estímulo lamentable. Dios recibe tus lágrimas con amor y misericordia.
Busca apoyo: No enfrentes el luto solo. Busca el apoyo de amigos, familiares y líderes espirituales que puedan brindarte consuelo, comprensión y aliento en este momento difícil. Nehemías encontró su apoyo (y el favor que necesitaba) en el rey a quien servía.
Busca a Dios en oración: Ora a Dios, cuéntale tus sentimientos y recibe su consuelo. Él escucha nuestras oraciones y puede traer paz y sanidad a nuestro corazón. En el caso de Nehemías, después de llorar, buscó a Dios en oración. Lee la segunda aparte del versículo 4 que cité en el inciso 1: "Entonces le dije a Dios en oración:" La Palabra de Dios nos consuela dándonos libertad para expresar nuestras emociones delante de Su presencia en oración. Otro ejemplo de ello fue Ana, la mamá de Samuel, el profeta.
Medita en la Palabra de Dios: Lee y medita en pasajes bíblicos que hablen de la presencia de Dios, su amor y su capacidad para sanar corazones rotos. Algunos versículos útiles pueden ser Salmo 147:3 y Mateo 5:4. Búscalos en tu Biblia y que Dios te hable por medio de ellos.
Encuentra propósito en el dolor: Busca formas de crecimiento y aprendizaje en medio del dolor. Pregúntate qué lecciones puedes extraer de esta experiencia y cómo puedes utilizarla para crecer en tu fe y en ayudar a otros.
Sigue adelante: A medida que sanas, recuerda que la vida continúa. No te quedes estancado en el dolor, sino busca nuevas oportunidades y relaciones que enriquezcan tu vida. "Esforzaos, y animaos; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará." - Deuteronomio 31:6 TLA
Hay varios ejemplos en la Biblia de personas que aprendieron a superar el dolor emocional con la ayuda de Dios. Uno de esos ejemplos es el de Job.
Job era un hombre justo y temeroso de Dios que experimentó una serie de tragedias en su vida. Perdió a sus hijos, sus posesiones y su salud, y fue afligido con un profundo dolor emocional. A lo largo del libro de Job, vemos cómo él lucha con preguntas, dudas y aflicciones, buscando comprender el propósito de su sufrimiento.
A pesar de su dolor, Job se aferró a su fe en Dios y encontró consuelo y esperanza en medio de su sufrimiento. A medida que se lamentaba y cuestionaba a Dios, también reconocía la grandeza y el poder de Dios. En Job 19:25-27 (NVI), Job declara: "Yo sé que mi Dios vive, sé que triunfará sobre la muerte, y me declarará inocente. Cuando mi cuerpo haya sido destruido, veré a Dios con mis propios ojos. Estoy seguro de que lo veré, ¡con ansias espero el momento!"
A través de su experiencia de dolor y cuestionamiento, Job aprendió a confiar en la sabiduría y el plan de Dios, incluso sin entenderlo todo. Al final del su historia, Dios restaura su vida y bendice su fidelidad, mostrándonos que incluso en medio del dolor profundo, podemos encontrar restauración en Él.
El luto por la ausencia (ya sea por la muerte o por el distanciamiento) puede ser un proceso desafiante, pero con la ayuda de Dios y el apoyo adecuado, podemos encontrar consuelo y sanación en medio del dolor.
Recuerda que Dios está cerca de ti, y su amor y gracia pueden ser una fuente de fortaleza en los momentos difíciles. Confía en él y permite que te guíe hacia la sanidad y la paz que tanto anhelas tener.



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